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sábado, 14 de noviembre de 2009

Marge Piercy, traducida por José Vicente Anaya...

Marge Piercy

Poemas de 1973 y 1978


El catálogo de los juicios misóginos resentidos, de por sí falsos, con el que algunos han intentado justificar el sexismo, se vuelve a pulverizar ante la obra literaria de Marge Piercy. Su genio y su vitalidad de poeta nos llevan a una dimensión no acostumbrada. En su poesía, y sobre todo con su vida, ella destruye un mundo constreñido y anquilosado al tiempo que construye otro pletórico de intensidades. Para destruír y construír sobre la destrucción tiene que haber lucha. En el combate se gana y se pierde, hay ahí un ceñimiento a la dialéctica de la vida y la muerte, del placer y el dolor, de Eros y Tanatos; y este es, precisamente, el mundo poético y cotidiano que nos transmite Marge Piercy en su obra.


Nota y traducción de José Vicente Anaya, 1981.





Blues luctuoso para Janis Joplin


Tu voz siempre me golpeó el nervio del codo,
la pinche fantasía del gran corazón en su congoja;
me arrastró como una luna de cobre,
por todas sus fases hasta alcanzar la libertad.
No puedo menos que amarte con mis pesadillas.
Tu voz chirría en la médula ósea
cocinada en el inmenso lupanar
del masoquismo en que nadamos.
Mujer maltratada, sufriente, defraudada.
Nos han domesticado para habitar
la casa candente de la explotación.
Nunca tenemos tanta vida,
ni somos tan personas,
hasta que caminamos
plenas de blues nocturnos;
cuando más vale que un hombre inexistente
haya partido
(ausencia que es gas para inflar globos)
y nos queda el pensamiento,
la sensación, la voluntad.

¡Oh!, ¡hembra blues tiranizada, jugosa, prolija!
Palpita tu rostro inflamado y malquerido.
Vuela tu cabello de alambres
desparramando la energía. Bocanada
de llamas
para quien toda su vida es combustible.
Tú personificaste a la mamá perfecta
que no se agota en las entregas,
como la sopa de pollo para embriagar
a la raza de hombres-ratas.
Personificaste el dolor
que se prende del pecho como un niño;
y a la goma de mascar, linda y pasiva.
Mujer ajena a la esperanza mendiga y
sin fin del mundo,
luchando encarnizadamente para ser fornicada;ese deseo llamado amor
Y que dejan colgando de la escarpia,
esa necesidad de amar
como un hueco que llora en el alma;
esa droga que nos cuelga y arrastra, matándonos,
tan fría como el aguanieve
que congeló tu sangre.



Poema Obsceno


A pesar del aire cálido
Mis campos tienen nieve.
Deseo retorcerme y culebrear.
Un gemido entre la oscuridad
Desvaneciente
Nos dice, claro está,
Quien va ganando.
La paja del techo
Amenaza con desbordarse
Pero yo quiero escarbar
Y transplantar algunas yerbas.
Mis montañas están turgentes.
Sobre la arcilla color hoja seca
De mi jardín
Las orugas parecen bocas.

¿Por qué no te apresuras
y te quitas la ropa?



Entre La Niebla Silenciosa


El olor a resina de pino
se desvanece
con esta blancura
que esfuma hasta el pantano.

El más allá empieza
tres metros después
del círculo mágico
de la casa alumbrada.

La colina se está desmoronando.
El camino termina
al pie de esa muralla, blanda, que se escurre.

¿Por qué estoy feliz?
con mis brazos figuro el marco
de un espejo infantil
que me hace ver la nada.

1 comentario:

la chica de las biscotelas dijo...

qué encuentro más afortunado!